El auge del biogás impulsa proyectos de I+D para optimizar su producción
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La digestión anaerobia es un proceso natural bien conocido por la ciencia desde el siglo XIX, sin embargo la irrupción de la digitalización y la inteligencia artificial también ha alcanzado a esta tecnología, sobre la que se están desarrollando diversos proyectos en España dirigidos a mejorar la obtención de biogás y a implantar la digestión anaerobia como uno de los procesos más sostenibles en la gestión de los residuos orgánicos que producimos mediante la aplicación de nuevas tecnologías.
La primera fase del proyecto Digitaltwin4biogas, recién finalizada en la planta de biogás de Bioselval en Valderrobres (Teruel), es un ejemplo. Aplicando la IA y la virtualización mediante una tecnología de gemelos digitales, ha creado biodigestores virtuales sobre los que estudiar el comportamiento de diferentes bacterias, condiciones de humedad y temperatura o mezclas de residuos, para determinar los parámetros óptimos para obtener biogás y evitar los plazos y costes del método ensayo-error en las instalaciones industriales. En estos proyectos, destaca la amplia colaboración entre empresas y organismos, está liderado por el Clúster Aragonés de Alimentación (Asociación Aragón Innovalimen) y de GASNAM y cuenta con la participación de Genia Bioenergy, la empresa tecnológica Soluciones Cuatroochenta y la Ganadera Unida Comarcal (GUCO) del Grupo Arcoiris.
El proyecto Smart Pasteur, desarrollado entre Genia Bioenergy e Inderen, está desarrollando un sistema que permita incorporar una pasteurización modular en plantas de biogás (proceso obligatorio para algunos residuos orgánicos) de manera más eficiente y económica respecto a los sistemas existentes que se basa en reaprovechar el calor generado en otros procesos de la propia planta. Esta tecnología hará mucho más eficiente la digestión de los residuos originados en depuradoras urbanas, y hará más sostenible su actividad. En el marco del proyecto además se está evaluando la posterior valorización en forma de enmienda orgánica de los lodos mediante ensayos de germinación y ensayos de desarrollo vegetal, en colaboración con la Universitat Politècnica de València (UPV).
La gasificación de los residuos es todavía una práctica incipiente en España, (hay unas 300 plantas operativas, mientras Alemania dispone de más de 10.000) aunque se espera un gran despliegue de nuevas plantas en los próximos años. Para lograr implantar los procesos de biodigestión anaerobia como una alternativa habitual para la gestión sostenible y de economía circular de los residuos orgánicos que producimos, además de mejorar la tecnología, es necesario concienciar a administraciones y población de la necesidad de una gestión sostenible de los residuos.
Este es el objetivo del proyecto ReciclAI360, que combina la tecnología para mejorar la valorización de los residuos mediante la implantación de herramientas digitales basadas en Inteligencia Artificial, Big Data o Digital Twins, con técnicas de persuasión destinadas a conseguir la concienciación ciudadana para obtener su colaboración en una óptima gestión y separación de los residuos urbanos, incluyendo una app para facilitar la clasificación de los residuos y su depósito en el contenedor correspondiente. En este proyecto están implicados AIMPLAS, Genia Bioenergy, TEMTA, NUNSYS y la UPV.
Otro proyecto, ya finalizado, es Valuewaste, que trabaja desde los métodos de separación y recogida de los desechos orgánicos hasta su tratamiento mediante biodigestión anaerobia para convertir los residuos en productos con valor como gas metano (inyectable en la red de gas natural), compost y fertilizante orgánicos y va un paso más allá, pues pretende obtener en el proceso proteínas útiles para la fabricación de piensos e incluso para alimentación humana. En este gran proyecto están implicadas 17 empresas, organismos y administraciones de 7 países europeos, entre los que había 10 empresas y centros tecnológicos españoles.
Las necesidades de descarbonización, de evitar emisiones de efecto invernadero, de no depender de combustibles y fertilizantes extranjeros y de gestionar de manera sostenible los residuos que generamos, hacen de la tecnología de la digestión anaerobia una inversión estratégica para nuestro futuro como sociedad.