El digestato como motor de la transición agroecológica en Europa
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Europa se está centrando actualmente en formas de reducir su dependencia del gas ruso y el impacto del aumento de los precios de la energía en las facturas de energía de los agricultores. Además de los precios de los combustibles, los precios de los fertilizantes también han alcanzado niveles récord. La UE depende en gran medida de las importaciones de la mayoría de los fertilizantes químicos y el 30% de ellos provienen de Rusia.
La producción y el transporte actuales de fertilizantes rusos consumen mucha energía y contribuyen a las emisiones de GEI. Por lo tanto, se necesitan soluciones al uso de fertilizantes menos convencionales. El digestato es un valioso fertilizante orgánico que puede sustituir a las alternativas basadas en fósiles al mismo tiempo que aumenta la ambición de los objetivos climáticos.
Usando digestato para nutrir los suelos
El artículo "Evaluación de la mineralización de carbono y nitrógeno de los digestatos elaborados a partir de distintos perfiles de materia prima", publicado por la Universidad de Gante en colaboración con la European Biogas Association, analiza las tasas de mineralización de nitrógeno y carbono de cinco de las corrientes de materia prima más representativas en el sector europeo del biogás (estiércol de cerdo, estiércol de aves de corral, cultivos energéticos, lodos de depuradora, desechos alimentarios).
La mineralización del nitrógeno es un proceso biológico y una parte vital de la fertilidad del suelo mediante el cual el nitrógeno orgánico se convierte en formas inorgánicas que pueden ser absorbidas por las plantas. En la agricultura, el nitrógeno se aplica a los cultivos en forma de fertilizante, ayudándolos a crecer más fuertes y mejores. El artículo muestra que los digestatos tienen un alto valor fertilizante debido a su contenido de nitrógeno.
En la agricultura, el nitrógeno es esencial para garantizar que las plantas estén saludables a medida que se desarrollan y nutritivas para comer después de la cosecha. Además de sus propiedades fertilizantes, los digestatos tienen un gran potencial para almacenar carbono en el suelo. El estrecho seguimiento de las tasas de mineralización permitió a los autores predecir el potencial de secuestro de carbono de los digestatos.
Aprovechar al máximo el proceso de AD
La digestión anaeróbica (DA) es más conocida por el biogás que produce, ya que puede convertirse en energía (electricidad y calor renovables o incluso biocombustible avanzado). Sin embargo, AD también produce digestato, que es un excelente fertilizante que contiene todos los nutrientes y micronutrientes necesarios para la agricultura.
Al igual que con la recuperación de energía del biogás, el tema de la recuperación del digestato debe ser una parte sistemática del proyecto AD para explotar todos sus beneficios potenciales. De hecho, el digestato tiene un doble interés agronómico: poner a disposición de las plantas elementos minerales y contribuir al almacenamiento de carbono en nuestros suelos .
Cerrando ciclos de nutrientes
Entre otras cosas, los nutrientes, como el nitrógeno, se conservan por completo en el proceso de AD. Incluso se vuelven más disponibles, cambiando parcialmente de una forma orgánica a una mineral, preferida por las plantas.
Los resultados muestran que la mineralización de nitrógeno de los digestatos oscila entre el 21 y el 39 %, lo que subraya la propiedad fertilizante de los digestatos incluidos en el estudio. Además, la variabilidad observada en la mineralización de nitrógeno indica que algunos digestatos tienen un valor fertilizante más alto que otros . Por ejemplo, el digestato de estiércol de cerdo (39%) alcanza casi el doble del valor del digestato de lodos de depuradora (21%).
Permitir el almacenamiento de carbono
Además de su función principal como fertilizante orgánico, el digestato también tiene el potencial de almacenar carbono en los suelos agrícolas. Esto aumenta la cantidad de CO2 almacenado en el suelo, reduciendo su presencia en la atmósfera de acuerdo con las prácticas de captura y almacenamiento o utilización de carbono bioenergético (BECCSU).
El artículo demuestra que podemos almacenar en el suelo del 50 al 80% del carbono de los digestatos utilizados como fertilizante orgánico. Esto representa entre 205 kg y 553 kg de carbono secuestrable por 170 kg de digestato utilizado por hectárea.
Un contexto regulatorio favorable
El paquete intersectorial "Fit for 55" ha proporcionado el contexto normativo para acelerar el compromiso de la UE de lograr reducciones netas de emisiones de al menos un 55 % para 2030. Todos los sectores deberán contribuir a este objetivo de reducción de emisiones para 2030, incluido el uso de la tierra, sector forestal y agrícola. Entre 2021 y 2030, los Estados miembros de la UE deben garantizar que las emisiones de gases de efecto invernadero contabilizadas por el uso de la tierra, el cambio de uso de la tierra o la silvicultura se equilibren con al menos una eliminación equivalente de CO2 de la atmósfera.
A gran escala, esta visión implicará la ampliación y la incentivación de las iniciativas de cultivo de carbono con la intención de aumentar la eliminación y el almacenamiento de carbono en el sector terrestre. En diciembre de 2021, la Comisión Europea reconoció los beneficios del almacenamiento y la utilización de CO2 natural, aplicado en la producción de biogás. Esta comunicación fue un paso positivo hacia el pleno reconocimiento de los beneficios ambientales de la producción sostenible de biogás y biometano.
La importancia de la huella de eliminación de carbono en las políticas actuales y futuras de la UE relacionadas con los sistemas agrícolas hace que sea aún más pertinente examinar el digestato no solo desde el punto de vista de la fertilización sino también como posible contribuyente al almacenamiento de carbono.