Cataluña se plantea adelantar el estado emergencia debido a la grave sequía
- 1347 lecturas
El estado de la sequía en las cuencas internas de Cataluña se encuentra en una situación de extrema gravedad. Así se ha puesto de manifiesto este martes durante la reunión de la Comisión Interdepartamental de Sequía, donde el Gobierno de la Generalitat ha evaluado el escenario actual, con la sequía más grave vivida por Catalunya desde que se tienen registros.
Actualmente, los embalses de las cuencas internas se encuentran en mínimos históricos. En este sentido, cabe destacar que el pantano Darnius Boadella se encuentra ya en emergencia y se encuentra en el 14,5% de su capacidad. Hace un año estaba en el 33,17%.
El resto de embalses también se encuentra en una situación delicada: Sau, al 16,8%; Susqueda, al 18%; o la Llosa del Cavall, al 19%.
Ante este escenario, el Gobierno de la Generalitat está trabajando de forma coordinada con los departamentos directamente implicados (Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural, Empresa y Trabajo, Presidencia y Salud) en el diseño de la aplicación de la emergencia y evaluando el su impacto. En este sentido, el Departamento de Acción Climática ha mantenido estos últimos días reuniones de trabajo con las diputaciones, el Área Metropolitana de Barcelona, entidades y asociaciones municipalistas y los operadores responsables de la distribución del agua en alta de las cuencas internas para evaluar la situación y poner de manifiesto la necesidad de sumar esfuerzos para hacer frente a los daños económicos, sociales y ambientales que está provocando la actual sequía.
Asimismo, cabe recordar que el Gobierno de la Generalidad ya activó en septiembre de 2021 el Plan Especial de Sequía para adelantarse a escenarios futuros y trabajar con antelación. Esto ha permitido movilizar movilizado a cerca de 110 millones este año mediante ayudas para incrementar la disponibilidad de agua en los municipios. También cabe destacar que el Plan Especial de Sequía permite al Gobierno realizar un cálculo ajustado de la disponibilidad de agua según los usos y previsiones pluviométricas y, por tanto, avanzarnos a futuros escenarios de escasez.
Desde la activación del Pla Sequera, y en concreto desde la entrada en la fase de prealerta en el sistema Ter-Llobregat durante febrero de 2022, se ha incrementado la producción de agua desalinizada y regenerada, además intensificar la extracción de agua de pozos de sequía. En todo este período se han producido más de 260 hm³ de agua nueva, que han permitido ralentizar el ritmo de descenso de los embalses. Sin estos recursos, ya se habría entrado en la fase de emergencia durante la primavera de 2023.
Desgraciadamente, la falta sostenida de lluvia (desde 2020 de las 6 estaciones húmedas que ha habido, es decir otoño y primavera, cinco han sido secas o muy secas) y las previsiones del Servei Meteorològic de Catalunya que no contemplan para las próximas semanas importantes episodios de precipitación hacen prever una escalada en la situación crítica que ya vive el país. Esta escasez de lluvias se traduce en una carencia de 300 hm 3 de aportaciones a las cabeceras de las cuencas internas de Cataluña. Esta carencia de aportaciones equivaldría a dos veces la capacidad total del embalse de Sau o tres veces el de Baells.
Por todo ello, y teniendo en cuenta el actual nivel de reservas de agua acumuladas en las cuencas internas, el Govern se plantea declarar el estado de emergencia a los municipios que dependen de estos embalses, adelantándonos así a los peores escenarios de escasez. Esto significa que, con el único objetivo de aprovechar al máximo las escasas reservas disponibles, en las próximas semanas se adelantará el estado de emergencia sin esperar a que el estado de los embalses más secos lleguen al 16%, lo que comportará nuevas medidas de ahorro en todos los niveles y en todos los sectores. Mientras, se está evaluando la posibilidad de establecer una situación de preemergencia para aplicar medidas transitorias y adaptación de forma consensuada antes de llegar a la declaración efectiva de emergencia.
El Govern ha recordado que nos encontramos ante una situación excepcional y, por eso, es necesario sumar esfuerzos entre todos para optimizar los recursos disponibles. Garantizar el abastecimiento pasa necesariamente por replantear su demanda y trabajar juntos para definir cómo utilizar mejor el recurso hídrico y maximizar su ahorro. En este sentido, el director de la Agencia Catalana del Agua, Samuel Reyes, ha anunciado que en breve se impulsará una nueva línea de ayudas de 10 millones de euros destinada a todos aquellos municipios que actualmente cogen agua superficial o de los embalses para que recuperen pozos y construyan plantas de tratamiento.
El Gobierno ha insistido en que hay que seguir trabajando en esta línea y, al mismo tiempo, ha apelado a la sociedad en su conjunto para aplicar medidas de ahorro y realizar un consumo responsable de los recursos hídricos.