Aeversu se pone a disposición de las nuevas Administraciones para frenar el vertido de residuos
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Una vez constituidas la práctica totalidad de los gobiernos autonómicos y municipales tras las elecciones del pasado mes de mayo, Aeversu (Asociación de Empresas de Valorización Energética de Residuos Urbanos) se pone a disposición de las nuevas Administraciones para buscar soluciones técnicas que frenen la alarmante situación provocada por el desbordamiento de los vertederos en España y su gravísimo impacto en el medio ambiente.
Las empresas de valorización energética destacan que la creciente preocupación social por el medio ambiente, la dispersión de plásticos en todo tipo de ecosistemas y el abuso de los vertederos está plenamente justificada, y por ello instan a los gestores públicos a afrontar la situación con rigor técnico y científico lo antes posible.
Aeversu agrupa a once empresas que transforman los residuos urbanos no reciclables en energía. Las plantas de valorización energética son la única alternativa a los vertederos de residuos no reciclables, y, además, generan energía renovable que se puede emplear para viviendas e industrias. Todo ello, bajo el cumplimiento de las exigentes directivas europeas, las normativas más estrictas existentes en cuanto a controles de emisiones.
Los ayuntamientos y gobiernos locales no están tomando medidas suficientes en materia de gestión de residuos, causa por la que España no llegará a alcanzar los objetivos de sostenibilidad marcados por Bruselas y que son de obligado cumplimiento, bajo amenaza de fuertes sanciones económicas. Es por ello que Aeversu pone a disposición de las nuevas Administraciones toda su experiencia y conocimiento para implementar nuevos planes de tratamiento de residuos y la paulatina eliminación de los vertederos.
Los vertederos están muy cerca de dejar de existir, en los países que apuestan sin complejos por la valorización energética, que, a su vez, proporciona energía y calefacción por agua caliente a grandes urbes, un concepto conocido como District Heating, muy popular en las capitales del norte de Europa. Esta alternativa, a su vez, hace disminuir las emisiones de las calefacciones tradicionales de gasoil o carbón, un factor que contribuye en gran medida al aumento del CO2 en los centros de las ciudades.
“La mayor parte de los vertederos de España están en una situación límite, ya que están alcanzando su tope de capacidad. Debemos ponernos manos a la obra si no queremos quedarnos atrás, definitivamente, con respecto a los países del norte de Europa”, ha asegurado Rafael Guinea, presidente de Aeversu. Además, Guinea ha señalado el escaso margen de tiempo que tiene España para poder cumplir los objetivos marcados por la Unión Europea para 2030. Los puntos clave de reducción y reciclado, que estamos obligados a cumplir, se reflejan en el Paquete de Economía Circular, entre los que figura el reciclado del 65% de los residuos domiciliarios, así como la reducción de la eliminación en vertedero, limitándola a un máximo del 10%.
La valorización energética, una práctica muy usada en el norte de Europa
En España estamos lejos de alcanzar estas cotas, ya que nos encontramos a la cabeza en acumulación de residuos, con un 54% de vertido. En cambio, en países como Suecia o Dinamarca no llegan al 3%. Estos países han sustituido sus vertederos por plantas de valorización energética, que emplazan incluso en el centro de las ciudades, sin ningún tipo riesgo para la salud de los habitantes, como la recién inaugurada en el centro de Copenhague, la cual incorpora una pista de esquí en su cubierta. Asimismo, los países que más emplean esta actividad son también los que más reciclan sus residuos.
Las plantas asociadas a Aeversu tratan y convierten en energía los residuos que ya no pueden reciclarse, o aquellos cuya falta de calidad de sus materiales contamina a otros que efectivamente son reciclables. Es decir, la valorización energética no compite con el reciclaje. Además, esta actividad permite aprovechar energéticamente aquellos plásticos que podrían acabar en el medio ambiente, especialmente en el mar, con la gravísima descomposición en microplásticos.
Las plantas no suponen ningún tipo de riesgo para los ciudadanos ni el medioambiente, gracias a tecnologías industriales de última generación y, en cambio, sí tienen más beneficios y emiten menos CO2 que los vertederos tradicionales. De hecho, según afirma un estudio oficial del Ministerio de Medio Ambiente de Alemania, “es preferible la valorización energética frente al vertedero también desde un punto de vista de cambio climático, ya que los datos revelan que los vertederos emiten 56.791 CO2 equivalente por cada 1.000 toneladas de residuo, y en cambio la planta de valorización (con reciclaje de residuos) emite -3.526, es decir reduce las emisiones de GEI (Gases de Efecto Invernadero)”.