Un sistema SDDR complementario a la recogida selectiva podría aumentar un 95% el reciclaje en Cataluña
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La secretaria de Medio Ambiente y Sostenibilidad de la Generalitat de Cataluña, Marta Subirà, y el director de la Agencia de Residuos de Cataluña (ARC), Josep Maria Tost, han presentado este martes el resultado del "Estudio sobre la viabilidad técnica, ambiental y económica de la implantación de un sistema de depósito, devolución y retorno (SDDR) para los envases de bebidas de un solo uso en Cataluña", que la agencia ha encargado a un consorcio liderado por la consultoría ENT Environment y Gestión e integrado por Eunomia Research & Consulting Ltd y por el Despacho Jiménez de Parga.
Después de haber realizado una prueba piloto de un SDDR en Cadaqués el verano de 2013, la elaboración de este estudio responde a un compromiso del Gobierno de la Generalitat, en concreto del Departamento de Territorio y Sostenibilidad, que se inserta en el marco del nuevo Programa General de Prevención y Gestión de Residuos y Recursos de Cataluña (PRECAT20) como medida que puede contribuir al aumento de los niveles de reciclaje material, a la reducción de los impactos ambientales derivados del vertido indiscriminado de los envases al medio y, en definitiva, en la transición hacia una economía circular.
Proceso participado
El estudio concluye que la Generalitat podría optar por implantar un sistema obligatorio de SDDR si considerara que es el que mejor responde a la orden de prioridad de la política de residuos. El nuevo sistema, que se complementaría con la actual de recogida selectiva de envases, podría contribuir a la consecución de varios objetivos de política ambiental recogidos en PRECAT20.
En cumplimiento de la moción parlamentaria, aprobada el pasado mes de abril, que insta al Gobierno a crear antes de finales de año una comisión de trabajo para estudiar la eficacia ambiental, técnica, económica y social de diferentes mecanismos de gestión, como el SDDR, y aplicar sus conclusiones, el Departamento de Territorio y Sostenibilidad promoverá la próxima creación. Será en este marco donde la Generalitat, los municipios, empresas envasadoras, empresas de distribución, consumidores, entidades ambientalistas, y otros tomarán en consideración la mejora de la gestión de los envases en el marco de la economía circular.
La propuesta formulada tiene en cuenta las recomendaciones de la Comisión Europea con respecto al periodo transitorio previo a la puesta en marcha, que no sería inferior a unos dos años.
Devolver el casco
La implantación de un SDDR de envases de un solo uso consiste en cargar de forma adicional al precio de venta de un producto envasado, con un importe económico determinado -un dipòsit-, de modo que, cuando el consumidor devuelve el envase de la bebida vacío en cualquier punto de retorno de envases, se le abona este depósito.
La propuesta del estudio se plantea para envases de vidrio, botellas de plástico, latas y briks, de menos de tres litros, que contengan productos como agua, zumos, refrescos y cervezas. El alcance cubriría potencialmente entre 2.300 y 2.700 millones de envases que representarían entre 124.000 y 131.000 toneladas de materiales. Se ha planteado un depósito único de 0,10 € por envase de bebida.
Los establecimientos comerciales de Cataluña estarían obligados a cobrar el depósito, excepto los hoteles, restaurantes, bares, y cantinas -establecimientos HORECA-, cuando sirvan productos que se consuman en los propios locales. Todos deberían aceptar los envases vacíos y devolver el depósito a los consumidores, excepto los establecimientos HORECA, los que disponen de una superficie inferior a 20 m 2 , o los de venta a distancia o máquinas de vending.
Sistema manual y automático
Los comercios recibirían una compensación económica de aproximadamente 1,6 céntimos de euro por unidad de envase -que representarían unos 40 millones de euros al año- en concepto de costes laborales, de espacio, logísticos, de instalar instalación y de operación de máquinas.
El retorno de envases vacíos se podría efectuar de forma manual, directamente a los comerciantes, o mediante máquinas que los identificarían automáticamente y que entregarían unos tickets con el importe económico del abono. Este importe lo haría efectivo el establecimiento comercial donde estuvieran situadas las máquinas de retorno, sin necesidad de realizar obligatoriamente ninguna compra.
La introducción de un SDDR requiere que haya un organismo regulador del sistema para garantizar su viabilidad técnica y económica, la plena transparencia y la justa aplicación del principio de responsabilidad ampliada del productor.
Repercusión sobre la gestión de residuos
La implantación de esta medida, de forma complementaria a la recogida selectiva tal y como se hace en la actualidad, permitiría aumentar la tasa de reciclaje de envases de bebidas sujetas al SDDR del 62,7% hasta el 94,9%. En conjunto, se estima que el reciclaje de envases -tanto sujetos como no sujetos a SDDR- crecería el 16,5%, aumentando en un 3,1% el valor absoluto de la recogida selectiva total, lo que implicaría un aumento de unos 1,2 puntos en el porcentaje de recogida selectiva sobre la generación total de residuos. A esto hay que añadir que el nuevo sistema reduciría en cerca del 90% del vertido indiscriminado de este tipo de envases en las calles y el medio natural, como playas, ríos, o bosques.
Implantado en 40 países y regiones
Los entes locales tendrían un ahorro para el conjunto de Cataluña de unos 17 millones de euros anuales. También hay beneficios no cuantificados como los derivados de la reducción de los desechos en el medio, o la reducción de las externalidades asociadas a la disminución del uso de materias primas para el incremento de reciclaje.
Cerca de 40 países y regiones del mundo, tales como Croacia (2006), Dinamarca (2002), Estonia (2005), Finlandia (1996), Alemania (2003), Islandia (1989), Lituania (2016), Holanda (2005) , Noruega (1999), Suecia (1984), diez estados del Estados Unidos de América, 12 provincias de Canadá, y dos estados de Australia, entre otros, han implantado con éxito un SDDR para envases de bebidas. El sistema lo utilizan unos 265 millones de personas y ha permitido alcanzar niveles medios de recuperación de envases superiores al 80%.
Puede consultar el estudio y la documentación asociada.